Acabo de rendir mi último examen del semestre y estoy agotado. Muy, pero muy cansado. Y es que leer y leer y memorizar en inglés me cansa, y peor si en los exámenes tienes que escribir durante dos horas seguidas casi sin parar. Pero al fin estas dos semanas han terminado y por unos cuantos días estaré libre, libre para viajar nuevamente.
Antes de iniciar cada exámen el personal encargado de tomarlo leían una serie de instrucciones sobre qué hacer si uno se sentía mal, con fiebre y estornudos: luego de registrarse dos casos de la famosa "fiebre porcina" o "influenza humana" o quizás que nombre tendrá ya un poco de paranoia se ha instalado en UQ. Los examinadores piden gentilmente que los que se sientan mal se trasladen a otra sala a dar el examen y a mi no me queda otra que aguantarme el estornudo. Algunos en las salas se pasean con guantes quirúrgicos y desinfectantes de manos aparecen mágicamente, mientras afuera el bar de la U promociona por sus pantallas de plasma orgullosamente ser "swine flu free area".
Y ahí estoy yo en un salón inmenso dando examen con varios otros cursos, con mi ID en una mano y el número de mi asiento en otra, saludando a algunos de mis classmates y preparándome para escribir un par de páginas de cómo el taoísmo influye en el hacer negocios en China, tema el cual no preparé porque el lecturer nunca habló de él así que mi imaginación tuvo un arduo trabajo ( todo esto mientras mentalmente maldecía al lecturer por sus aburridas y mediocres clases en un ramo tan importante como es Doing Business in Asia). Al día siguiente finalmente rindo mi último examen, Sunil no se portó mal al fin y al cabo a pesar de que me faltó tiempo para redondear y concluir mejor las respuestas. Libre al fin, me digo, aunque sea por unos días. Ahora a preparar el bolso, coger algunas pilchas ya que mañana me subo nuevamente al avión y viajo rumbo a Singapur, donde estaré un par de días conociendo esta riquísima ciudad-estado famosa por sus severas leyes que lo hacen ser un pequeño estado policial. Luego, otro par de días en Kuala Lumpur, capital de Malasia y lugar donde se funden el Islam con la cultura india y china. Y finalmente, otros días más en Phuket, Tailandia, donde espero estar guata-al-sol siempre y cuando las tormentas eléctricas me lo permitan. Así que como puden imaginarse estaré incomunicado durante los próximos días, pero prometo visitarlos y comentarles los pormenores de este viaje a mi regreso.
See ya mates !!!!

Antes de iniciar cada exámen el personal encargado de tomarlo leían una serie de instrucciones sobre qué hacer si uno se sentía mal, con fiebre y estornudos: luego de registrarse dos casos de la famosa "fiebre porcina" o "influenza humana" o quizás que nombre tendrá ya un poco de paranoia se ha instalado en UQ. Los examinadores piden gentilmente que los que se sientan mal se trasladen a otra sala a dar el examen y a mi no me queda otra que aguantarme el estornudo. Algunos en las salas se pasean con guantes quirúrgicos y desinfectantes de manos aparecen mágicamente, mientras afuera el bar de la U promociona por sus pantallas de plasma orgullosamente ser "swine flu free area".
Y ahí estoy yo en un salón inmenso dando examen con varios otros cursos, con mi ID en una mano y el número de mi asiento en otra, saludando a algunos de mis classmates y preparándome para escribir un par de páginas de cómo el taoísmo influye en el hacer negocios en China, tema el cual no preparé porque el lecturer nunca habló de él así que mi imaginación tuvo un arduo trabajo ( todo esto mientras mentalmente maldecía al lecturer por sus aburridas y mediocres clases en un ramo tan importante como es Doing Business in Asia). Al día siguiente finalmente rindo mi último examen, Sunil no se portó mal al fin y al cabo a pesar de que me faltó tiempo para redondear y concluir mejor las respuestas. Libre al fin, me digo, aunque sea por unos días. Ahora a preparar el bolso, coger algunas pilchas ya que mañana me subo nuevamente al avión y viajo rumbo a Singapur, donde estaré un par de días conociendo esta riquísima ciudad-estado famosa por sus severas leyes que lo hacen ser un pequeño estado policial. Luego, otro par de días en Kuala Lumpur, capital de Malasia y lugar donde se funden el Islam con la cultura india y china. Y finalmente, otros días más en Phuket, Tailandia, donde espero estar guata-al-sol siempre y cuando las tormentas eléctricas me lo permitan. Así que como puden imaginarse estaré incomunicado durante los próximos días, pero prometo visitarlos y comentarles los pormenores de este viaje a mi regreso.
See ya mates !!!!