miércoles, 19 de mayo de 2010

Tokio




Los barrios y calles de Tokio se me hacían, por alguna razón, familiares. Como viviendo un deja-vú, parecía reconocer las callejuelas, las tiendas e incluso el rostro de las personas en la calle. Raro, siendo que al mismo tiempo me sentía como un extraterreste recién llegado a alguna civilización lejana, sintiendo que algo flotaba en el aire de la ciudad que la hacía extraña, inescrutable. Puede que mi exposición infantil a manga y animé haya influido en sentir todo relativamente familiar, o bien, que las seriales, películas y revistas que ví y leí cuando niño y adolescente retrataban demasiado bien la vida de este lugar.

Alojamos en el Khao San Ninka Tokio , un simpático y pequeño guesthouse donde uno dormía en una especie de camarote cerrado, dando algo de privacidad al piso compartido con 16 personas más. Es la forma más barata de dormir en un lugar como éste, conocida por ser una de las ciudades más caras del planeta, y vaya que lo es. El concepto es similar al de los "hoteles cápsula" donde cobran por hora, y es utilizada por muchos oficinistas al que se les fue el transporte público o que simplemente quieren dormir una pequeña siesta en medio de su fuerte estrés laboral. Una de las mayores atracciones del guesthouse eran los inodoros, con muchos botones que proporcionaban una tibia y muy limpia experiencia inodorística.

Super Inodoro, con funciones tales como : calentador de asiento y limpiador.

Moverse en Tokio requiere, para un extranjero, desembolsar no sólo una cantidad no despreciable de dinero sino también mucha paciencia. El metro de Tokio es uno de los más grandes del mundo, y es un enmarañado de líneas principales y secundarias que la convierten en un laberinto de proporciones. El problema, además de los nombres de las estaciones, es que las líneas son gestionadas por empresas diferentes, por lo que cambiar de línea también puede ser cambiar de empresa, lo cual sube aún más el valor del boleto. Además, las diferentes líneas confluyen formando enormes estaciones que más parecen ciudades subterráneas. Equivocarse de salida podría significar, literalmente, terminar a más de 10 cuadras de donde deberías llegar. Menos mal que el personal es amable y nos ayudó con indicaciones para poder llegar de la mejor manera a nuestro destino (y la suerte, también). Las personas al interior del metro se comportan de una manera, para mi, curiosa. Casi nadie habla, y si alguien lo hace, es en voz baja. El negro en la vestimenta es lo común. Casi todos leen o apretan casi compulsivamente algún dispositivo electrónico, llámese teléfono celular u otro. Nadie se mira y 5 chilenos hablando todos al mismo tiempo pareciese ser un disturbio al equilibrio existente. Nuevamente, me siento un extraterrestre.


Red del Metro de Tokio, y una de las enormes estaciones.

En la ciudad, modernísima y tecnológica, es posible encontrar remansos de la vida antigua de Japón como en el sector de Chiyoda-ku, lugar donde se encuentra el Palacio del Emperador y sus hermosos jardines. Lástima que no se pueda ingresar al área del palacio propiamente tal. Otro de los parques que pude conocer el Yoyogi Park, lugar donde se celebran tradicionales matrimonios y ceremonias, una ventanita pequeñita a el Japón más profundo y que se puede observar en los pueblos más pequeños. Las ceremonias nupciales son muy complicadas y sofisticadas, con una serie de ritos y trajes perfectos que hace parecer a los novios seres inmaculados y venidos de otra dimensión. Había visto un documental respecto de la vida afectiva de los japoneses durante un pequeño curso de "Negociando con japoneses" en Chile y bueno, me quedé con la impresión de que la vida para una mujer japonesa no es de las más felices, considerando el machismo de la sociedad y que muchos hombres prefieran su vida laboral a la vida familiar. Sin embargo, y aunque lo suponía, me sorprendí de lo morbosos que pueden ser los japoneses. Es cosa de abrir una revista en un minimarket al azar, y empezar a ver que hay noticias políticas, económicas, luego una mujer desnuda, luego noticias deportivas, una mujer disfrazada de colegias mostrando el trasero, luego una entrevista y adivinen, nuevamente una mujer desnuda a todo color. Al lado, una revista se especializa en fotos de modelos en ropas de colegial mostrando coquetamente su ropa interior. Y eso que era un vulgar y corriente minimarket, y no una de las tiendas donde venden revistas y películas XXX junto con manga y animé hentai.


Jardines del Palacio del Emperador.


Yoyogi Park.

Caminar por las calles de Tokio, especialmente en el área cercana a Shibuya, ese famosísimo cruce con paso de peatones enormes iluminado con decenas de enormes anuncios y donde se encuentra el monumento a Hachiko, el perro más famoso de Japón, es una experiencia a los sentidos. Esto dado a que pareciese que cada japonés viste a la moda, y a "su" moda. Contrastando con las hordas de oficinistas, todo vestidos de negro, muchos jóvenes visten de maneras sofisticadas y extravagantes, especialmente las chicas las cuales usan pequeñísimas faldas y extraños sombreros lo cual las hace ver particularmente atractivas. Así que era cosa de caminar y ver un verdadero desfile de modas.


Shibuya.

Pensé que me encontraría en algún momento con algún robot en la calle, o por último, con Ultraman o algo así, en el barrio de Asakusa, famoso por ser un centro de venta de tecnología, entre otras cosas. Afuera de los enormes centros comerciales donde sólo se venden artículos electrónicos o artículos de manga, cientos de jóvenes se reúnen pero no parecen interactuar entre ellos, sino con unas maquinitas portátiles las cuales, supongo, les permiten jugar en línea con otros participantes. A pesar de haber unas 50 personas nadie habla. Al interior de la enorme tienda se vende todo tipo de artículos, como teléfonos celulares con cámara con zoom y flash, cámaras fotográficas con fotos 3D, y muchos juguetes de Godzilla y otros héroes del animé.

Algunos de mis amigos insistían en comer sushi. Si, comer sushi en Japón es como comer pato en Beijing, casi una obligación para el visitante siempre y cuando lo vendieran en alguna parte. Claro, porque en esta parte del mundo te venden que comida japonesa= roll y no, créanme que no, encontrar donde vendan sushi en Japón no es tarea fácil. La gastronomía japonesa está dominada por los productos marinos y deliciosos guisos los cuales tuve oportunidad de degustar (a mi billetera no le gustó tanto). Pero al fin encontramos un kaiten zushi, un bar de sushi con las cintas moviéndose y uno sacando los platos correspondientes a lo que se pagó al entrar, más té verde a discreción. Rico, mucho más rico que los seudosushis a los que nos tienen acostumbrados. Claro, porque "sushi" se refiere a la forma en que está preparado el arroz, aunque extensivo a otras preparaciones (como bolsitas de nori rellenas con huevos de pescado, o tofu con anguila, etc). A pesar de ser solo 7 bocados, salí satisfecho y feliz.


Cenando real comida japonesa, compuesto de tofu, guisos, fideos, entre otros.

Llegué a Shinjuku pensando en encontrarme con geishas. En cambio, me encontré con miles de luces y pensé "esto ya lo he visto". Lost in Traslation. Camino entremedio de la multitud, veo las tiendas luminosas que ofrecen tecnología o shows eróticos, un grupo de jóvenes impecablemente vestidos y peinados (eran prostitutos) y algunas de las mujeres más hermosas que mis miopes ojos han visto.

Shinjuku.

Llueve. Visito Roppongi Hills donde ví TV 3D, conocí la famosa (y aburrida) Torre de Tokio, visité el Templo Zojoji en el barrio de Minato, un mojado y cortísimo paseo al puerto. Caminata por Ginza y sus calles repletas de tiendas de lujo. Estoy cansado, muy cansado. Hay mucho que ver y moverse de un lado a otro es caro. Estoy sorprendido y feliz, pero al mismo tiempo estoy perdido. Japón es una cultura de alto contexto, mucho más que la cultura latina. Hay normas no escritas que recorren las calles de la ciudad y las venas de las personas que marcan a fuego su forma de ser. Jerarquía y orgullo. Tradición y futuro. Ser en parte como occidentales, sin serlo realmente. El wa, el espíritu japonés, algo al parecer indescifrable. Eclecticismo por donde uno mire. Normas y reglas desconocidas para alguien que no nació acá, aunque hayas vivido 20 años acá (como la amable uruguaya que conocimos en una pizzería) y te sientas como japonés, jamás lo serás. A pesar de lo familiar que puede ser muchas cosas, otras son definitivamente de otro planeta, sacada de mentes que funcionan diferente a todo lo que he visto anteriormente. Y todo tiene un aire tan extraño que pienso que me gustaría conocer mucho más de este país, que el tiempo en que estuve fue demasiado corto (tan corto como mi presupuesto) y que definitivamente volvería. Porque es este otro mundo, es otro planeta, y yo estoy caminando entre la multitud pensando en lo fácil que es estar perdido en esta ciudad.

Templo Zozoji

Ginza

13 comentarios:

  1. espectacular las fotografias
    uuuyyyy y que decir de las japonesitas, jejejeje
    y sin olvidar como relatas tu viaje, lo haces tan cercano...

    solo quede con duda sobre los camarotes, son practicamente un ataud? o que?

    saludos!!

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  2. Qué gran reportaje has hecho querido Alvaro, estoy maravillada con este paseo por Tokio, sólo que no encontré la foto del perro famoso. Siempre sospeché del sushi criollo! un besote y muuuuuchas gracias por el paseo

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  3. Ese viaje es ingrehible de Japo, mi hermano fue para Japo. Alla fue un teplor en Japon.

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  4. Hola, estoy por aquí de nuevo, viendo actualizaciones. Excelente post, felicitaciones. Muy buenas las fotos.
    Un gran saludo desde:
    http://artesmarcialesdelmundo-oz.blogspot.com/

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  5. Hola querido extraterrestre.

    Que loco que apenas leí el título te imaginé perdido en la traducción, jajaja y me dieron unas ganas irresistibles de estar cantando karaoke contigo en un rincón de esa extraña y tecnologizada ciudad. Ya que no estamos en Tokio y no le hago mucho al canto, te tomarías un café conmigo en algún rincón de Santiago?

    Ahí te la dejo ...

    Volviendo a la ciudad que recorriste extrañado pero disfrutando, te comento lo siguiente

    De los lugares que mencionas, yo probaría de todas maneras uno de esos espacios donde dormir la siesta. De hecho creo que en los trabajos debieran habilitarlos, aunque al final sería una chacra, por que acá no tenemos la disciplina de los nipones, ¿o no?

    jajaja que risa el inodoro, con tantos botones me mariaría, dejaría la embarrá, capaz que inundo todo, ¿tenía el manual al lado?

    te imaginé disfrutando los momentos de tranquilidad en los parques, en contraste de la super saturación tecnológica de la
    moderna y carísima ciudad

    Que triste lo del machismo y la vida de esas mujeres japonesas, en general mujeres tristes, solas, sometidas, ya sea acá o en cualquier parte del mundo me causan pena, a veces ni siquiera están concientes de eso, no conocen otra realidad, otras alternativas ... me dejas pensando

    Referente Shibuya, y los jóvenes con modas extrañísimas, es una locura por que en esa obsesión por diferenciarse paradójicamente se terminan homogenizando (no se si lo escribí bien, pero se entiende la idea, cierto?)

    Besos !

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  6. Woww maravilloso, desde las imágenes hasta el relato...

    Besos y un gusto!!
    Bendiciones

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  7. Un viaje maravilloso,las fotos muy buenas.
    Sigo pasando,es un gusto.

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  8. Maravilloso relato, como siempre, y fabulosas fotos. Desde el plano de metro a la gente vestida de forma estrafalaria, a las mujeres desnudas en cada página, me quedo sin embargo con las cápsulas en las que puedes echar un sueñecito. Siempre me ha parecido un magnífico invento que habría que extender por todo el mundo, y colocar por las esquinas, por qué no. Poderte echar una horita donde te plazca, es un invento genial

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  9. Wow!!! no viste a ningún musico ambulante tocando shamisen?? debe ser algo mágico!!!!

    Maravilloso todo esto, realmente maravilloso...

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  10. Bueno, pasar por aquí es mejor que tomar un avión e irse a Tokio, y mucho más barato!
    Siempre es un placer leerte.

    La verdad es que oriente es un verdadero misterio, al menos para mi, a pesar de que lleva años muy "de moda" y resurgiendo como el gigante que es. Cuanto más conozco Tokio, más me sorprende. Siempre, eso sí, a través de otros ojos, que, como los tuyos, relatan lo que pasa por allá.

    A mi me alucina lo de las tribus urbanas y la forma de relacionarse de los japoneses. Son muy peculiares para eso.

    Un saludo y no dejes de viajar (tú que puedes).

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  11. Quiero ir a Tokyo! me muero meterme al metro, y eso que lo he hecho en otras ciudades grandes, pero aca como que de puro ver tu foto , me perdi jaja.
    Es cierto lo que dices, mi teria es que todos los hombres son califas pero los orientales es una urgencia la que tienen que ni las mujeres vestidas de escolar ni los miles de potos medios pelados que ven le dan en el gusto, son cosa seria. Una vez comentando con una recepcionista en Hawaii, me decia que los japoneses pagaban en el hotel mas por ver el canal playboy que lo que gastaban en la pieza misma. Calientes de mier...jajaja. Bueno sera que las japonesas no llevan esta sangre chilena digo yo o que?
    Bueno, me fui pa' otro lado, tu narracion me permite volatme un poquito y pongo mis manitas en alto para prostestar: Como no va a existir sushi en Japon? pero si es uno de mis sueños, ir alla y comerme sushi hasta desmayarme??!! triste realidad.
    Las fotos espectaculares, ese matrimonio apoteosico, los parques....pura cultura, muero por ver fotos de tu alojamiento!!

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  12. Es posible que tus lecturas infantiles hayan influido en la familiaridad relativa que tuvo Tokio para ti. Así que es verdad lo de los súper inodoros en Japón...notable.

    Lo del Metro de Tokio...ja, experiencia muy distinta a la de nuestro subterráneo. Y sobre el doble standard mostrado por algunos hombres japoneses...bueno, sorprendería desde acá, pero es algo que sucede en muchas sociedades occidentales.

    ¿Y esa foto del abuelo en Yoyogi Park? Me sacó de onda, hay que decirlo. Veo que las jóvenes japonesas no tienen miedo de usar falda...bienvenido sea eso. Y del sushi...es la misma pescada que nos venden con la comida china que, allá en China, no es tal.

    Da la impresión que te sentiste en parte como el personaje de Bill Murray en Lost In Traslation. Saludos afectuosos, de corazón.

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  13. They view it to exist as something that clearly isnt of any importance NO2 BURST to what we are talking about. Some think it as just plain odd to allow such thing to happen alas they do anyway and without any consent but thats just the way it is.Im curious if you ever have problems with what people post? Recently it seems to have become an epidemic, except that recently it seems to have become better. Do you agree?http://www.healthsupreviews.com/no2-burst/



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