viernes, 1 de mayo de 2009

Bali II


Luego de embarcarnos en Brisbane y de una aburridísima escala en Darwin llegamos de noche a Denpasar, cuyo aeropuerto pareciese estar entremedio del mar. Nos trasladamos en una van a nuestro módico hotel, el cual por la increíble suma de $50.000 pesos chilenos nos alojaría durante una semana en el sector de Kuta Beach. No es recomendable quedarse en Denpasar, no hay buenos alojamientos y la ciudad es bastante caótica en términos de tráfico. Antes nos matamos de la risa sacando $2.000.000 de rupias del cajero ($200 USD) y recorríamos por primera vez las atochadas calles de Kuta, repletas de motos, aussies y japos. Comimos comida local en un pequeño restorán donde, al preguntar por un tipo de pescado, simplemente lo sacaron de la pecera y me lo mostraron vivo (más fresco que eso no puede haber). Luego a dormir, a pesar del fuerte calor y humedad.

Al día siguiente recorrimos las calles de la mejor manera posible: en moto. La inexistencia de señales de tráfico y el caótico transitar de los balineses transforma el simple viaje en una pequeña moto en toda una experiencia: adelantando motos con niños al volante, metiéndose contra el tránsito en pequeños callejones, doblando con luz roja y otras cosas que los balineses acostumbran hacer. Luego, a la playa y clases de surf con profesor particular por 10 mil pesos por dos horas. Agotado y adolorido por las caídas y los pequeños éxitos terminé asumiendo que el surf no es un deporte para mí.

Al día siguiente nos adentramos en Bali. Utilizamos una técnica que nos dió muy buenos resultados: en vez de contratar un tour preguntábamos en las agencias los destinos, las distancias y los tiempos. Luego, se hablaba con un taxista, se acordaba un precio y listo. Así, nos ahorrábamos dinero, el taxista nos llevaba a las picadas y se ganaba su correspondiente comisión. Partimos viajando hacia el Talaga River, donde contratamos el servicio de Dewata Rafting (que buen nombre !) por realizar rafting por dos horas a través de un río que cruzaba selvas y cascadas. Luego, almorzar y raudamente viajar hacia el Bali Elephant Camp para tener una experiencia "elefantástica" montando elefantes asiáticos a través de la selva. El chofer nos recomendó ir a cenar donde "un amigo", el cual resultó ser un espectacular restorán en la plata de Jimboran, cenando langostas y gambas en la playa misma observando un atardecer simplemente maravilloso. Un poco caro para el promedio balinés ($20 USD) pero delicioso y hermoso al unísono.

Cansados, pero no agotados, continuamos nuestra aventura. Nos levantamos muy temprano y partimos a Nusa Dua, una playa paradisíaca donde practiqué, por primera vez, snorkeling y scuba diver. Me dolieron un tanto los oídos, no ví tantos peces de colores como esperé, pero lo pasé fantástico. Luego, nuestro chofer nos llevó a una playa aledaña donde turistas aussies y europeos tomaban sol en topless o se dejaban hacer masajes mientras señoras balinesas ofrecían hermosos sarongs (pareos). Luego del excesivo relax partimos con dirección a Uluwatu a obervar la danza Kecak en un templo que parece suspendido entre los acantilados. Un espectáculo de coro y baile sencillamente hermoso e inolvidable.

Luego de un día de "descanso" (flotar en la piscina todo el día) decidimos hacer un día cultural. Nuevamente temprano en la mañana fuimos a la ciudad de Ubud a presenciar el baile Barong el cual es una especia de representación teatral acompañada de una orquesta gamelán. Luego, a visitar el templo de Batuan y sus hermosas construcciones y estatuas. Más templos en Goa Gajah, conocido como elephant cave y poseedora de una fuente que, según los monjes, purifica el espíritu (como solo me mojé los pies sería algo como "pies sagrados"). Almuerzo en el volcán Kintamani, poseedor de una hermosa vista. Claro, hermosa si no estuviese nublado y con algo de lluvia, así que la vista quedó en mi imaginación. Finalmente, observamos los manantiales mágicos de Tirpa Epul y las ceremonias que los sacerdotes hinduistas realizaban.

Ahora si ya estábamos medios agotados así que tuvimos otro día de playa en Kuta donde me dediqué a sacar fotos más que estar en el agua: fue mi debut y despedida del surf y ya no tenía ganas de seguir intentándolo. Recuperadas las fuerzas y acercándose ya el fin de nuestro viaje fuimos al Bali Zoo, mezcla entre zoológico y parque temático donde la mayor atracción eran los elefantes, un Ganesha gigante y una pareja de tigres blancos.


Vuelve a atardecer, la última cena y al aeropuerto, nos queda un largo camino de regreso a Brisbane, a la rutina de estudios y a la montaña de assigments que no he hecho.

5 comentarios:

  1. Bueno pero volverás a la rutina de los estudios recargado de imágenes, sensaciones, experiencias úncas. Los tigres blncos, los elefantes, los recorridos submarinos, el baile, las langostas al atredecer. Son demasiadas cosas que has podido vivir, y puedes acudir a ellas solo cerrando los ojos, cuando la rutina y el tedio te ataquen, puedes volver todas las veces que quieras, pues todo eso ahora está adentro tuyo, atesorado en algún rincón, de tu mente, de tu corazón, de tu piel.
    Abrazo !

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  2. Qué maravilla la primera foto de la playa intacta con ese mar verde-calipso! Me parece fantástica la descripción y narrativa del viaje ... muy entrete!
    Hasta cuando sigues deambulando? Suenas tan relajado!
    Saludos

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  3. Qué envidia más grande que me ha dado... Estás conociendo y enriqueciendote con tantas cosas que estás viviendo.. como dicen más arriba, son momentos que atesorarás por siempre...

    Yo quiero un pareo ya?... mi cumple es a fin de mes, así que con poquito me conformo ;)

    Alvaro, aprovecha de conocer todo lo que más puedas, esas experiencias no se repiten muy seguido en la vida...

    Por cierto, te encontré más delgado....


    Un gran abrazo!

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  4. ¿Alojamiento para cuántos por una semana y cincuenta lucas? Lo del pescado...comida más fresca que esa no puede haber.

    ¿Se puede aprender nociones básicas del surf en dos horas? (por tu experiencia, parece que no). ¿Y qué tal el Rafting por esos lados? Parece que nada que ver con el del Sur chileno.

    A lapa de los elefantes para, después, gambas al atardecer...al otro día, experiencias submarinas, espectáculos entre lo sacro y lo profano.

    ¿No tuviste tiempo de remojarte entero en la fuente aquélla en Goa Gajah? Igual, esas proyecciones de vistas hacia volcanes y acantilados junto con las construcciones religiosas...guau, qué agregar.

    En resumen, lo pasaste bastante bien en Bali...sólo espero que, de vuelta a lo académico, nos sigas contando historias en el mismo nivel. Saludos afectuosos, de corazón.

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  5. Hacía tiempo que no visitaba tu blog, que grata sorpresa ver las increibles experiencias que estás vivendo, recompensa a tu esfuerzo.
    Saludos.. suerte en los estudios.

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