miércoles, 2 de diciembre de 2009

Sihanoukville

Me entretenía observando desde la arena como los lugareños y locales disfrutaban las olas, metiéndose al agua tal como anduviesen vestidos, ya sea con jeans y camisa o zapatillas y chapoteando como niños recién salidos de vacaciones. La playa principal de Sihanoukville, Serendipity, está flanqueado por decenas de pequeños restoranes y bares que ofrecen comida al hambriento y cerveza al sediento. Es época de vacaciones me dicen, y es por eso que la playa está repleta. Y llegan niños y familias completas con grandes cámaras de camiones para flotar y jugar en el agua, y yo me sonrío de tanto relajo, cuando de la nada se me acerca Makará.

Serendipity, Sihanoukvile, Cambodia.

Habíamos llegado luego de varias horas en bus, viaje amenizado con un paisaje montañoso cubierto de vegetación, suaves precipitaciones y una película de Van Damme cuyo doblaje era tan malo que llegaba a ser hipnótico. Por estos lados, solo una voz dobla todas las voces de los personajes, ya sea hombre o mujer, y generalmente la música de fondo desaparece cuando alguien habla, lo que hace que ver una peli de artes marciales occidental que está ambientada en Hong Kong pero doblada al khmer sea un poco, por decir, raro. La ciudad es el único puerto de Cambodia, por lo que posee una mejor economía que es fácilmente observable en las construcciones y calles. Además, es un centro vacacional donde la gente del lugar, y cada vez más turistas extranjeros, vienen a relajarse y darse uno que otro chapuzón en sus playas. Es de noche pero no nos importa, ahí está el taxista amigo de Peter con un cartel esperándonos. Él y su sombrero vaquero nos lleva a algunos hoteles hasta que desembarcamos en un hostal sumamente cómodo, donde su dueño estonio proporcionaba las cosas básicas para vivir: mesas de pool, piscina, cerveza y una tele constantemente sintonizada en CNN o ESPN. Frente a nosotros está el hostal más famoso de la zona: Monkey Republic. Y unos pasos más allá, otro de los secretos bien guardados del país: The Pink Pigout, un carrito rosado de propiedad de una australiana (novia del dueño del mentado Monkey Republic, como después pudimos descubrir) donde sirven unos banana pancakes de excelencia. Varios pubs y restoranes con expatriados que por alguna razón decidieron que este lugar casi desconocido era su lugar en el mundo alegraban la calle que da hacia la playa de Serendipity.

Y si, en un lugar como Sihanoukvile la gente se baña con ropa. Y bueno, niños y mujeres se pasean en pijamas durante el día, una extraña moda que se repite en otras latitudes del Sudeste Asiático. Y sí, también andan algunos mendigos, niños pidiendo comida y todo eso, así como adultos con notorios daños físicos y mentales, cortesía de Pol Pot y sus secuaces. Pero que esperabas, tendrás piscina fuera de tu pieza pero no por eso dejas de estar en Cambodia. Mejor es terminar de llenar el estanque y acelerar, que en moto a Otres Beach hay que llegar. Y luego a Victoria Beach recorriendo las calles repletas de otras motos que no saben el significado de un semáforo en rojo, y otros caminos silenciosos donde de la nada aparece un grupo de personas invitándote a jugar un partido de volley , ¿porqué no hay nadie en estas playas? - no, allá hay alguien, están pescando- Bueno, disfruta Álvaro, disfruta mejor, que en este lugar no sabes que día ni hora es, y de los dos días te quedas 3 y podrían ser 4, y quizás cuantos.


Arriba, Victoria Beach. Abajo, nuestros motos con las cuales nos movíamos de playa en playa.

Y como lok-lak o chicken amok rice o beef más salsas agridulces o cualquiera de las delicias culinarias camboyanas en el Monkey mientras cae un aguacero de proporciones que no dura más de 15 minutos. Justo para a tiempo para ir al Pink a comer un buen banana-nutella pancake, o mejor que eso, un sugar lime pancake !!!

Arriba: la moda pijama, lo que la lleva esta temporada. Abajo, los chicos del Pink Pigout preparando sus deliciosos pancakes.

Y no, no quiero un mango, tampoco una piña. Pero ella insiste, y no ceja su esfuerzo en que yo ele compre algo, cualquier cosa. Un gusto Makará, si, así se pronuncia mi nombre, Álvaro- le dijo a la joven mientras ella deja su bandeja repleta de fruta que segundos antes llevaba sobre su cabeza, y reordena su krarup, el tradicional pañuelo del país. Ella me mira pícaramente y me cuenta que se llama Makará, y que no, los budistas no celebramos los cumpleños, jijijiji, y no me quiere decir su edad. Va a la escuela de 6 a 10 de la tarde aunque yo no le creo mucho. Le gusta inglés, y es casi lo único que le enseñan, hablando inglés pueden venderle a los turistas extranjero que poco a poco están repletando el lugar, o incluso trabajar en uno de los hoteles que se están cosntruyendo, incluso en el nuevo mall a punto de ser inaugurado. Y no, la historia no le interesa ¿para qué?- y me cuesta creer que la historia no importe, que todo se olvide tan pronto, que los antiguos guerrilleros sean ahora gobierno, cambiando de la ideología maoísta por la del dinero, mientras los chinos poco a poco trasladan sus fábricas a países como Cambodia. ¿No sabían? Bueno, los chinos ya empezaron a mover sus fábricas a países con menores sueldos y normas laborales y ambientales ( si, existen países con normas aún más bajas). Con razón varios países africanos están llenos de médicos e ingenieros chinos. Con razón G.W. Bush fue el presidente gringo que más veces visitó África. Saquen sus conclusiones. Bueno, ya me desvié del tema (desvariando nuevamente?). Por un momento pienso que ella me está coqueteando descaradamente y yo solo estoy atinando a hacerme el tonto (y meses después, una foto tomada con zoom por uno de mis compinches parece corroborarlo, lo de coqueteo y lo de mi cara de tonto).

-Bueno, si no me quieres comprar frutas, también tengo collares, para tu esposa.
-No tengo esposa.
-Tu novia.
- (cara de pena eterna) No , no tengo.

Ella vuelve a reirse pícaramente, dice algo en su idioma y se ríe. Sabe que no compraré nada, pero me promete reconocerme la próxima vez que me vea, conversar conmigo y yo prometo que le compraré algo, una fruta o un collar. Vuelve a colocarse su bandeja repleta de frutas en su cabeza, se despide de mí y sigue su trabajo. Ella no sabe que no habrá una próxima vez.

Y el relajo se acaba. Nuestro chofer de sombrero vaquero nos lleva bordeando la costa y las boscosas montañas rumbo a Vietnam, pasando por arrozales y campos de sal, mientras no para de hablar de política y economía, reclamando por la corrupción de su país, por la falta de caminos y la mala educación. Y llegamos a un paso fronterizo en medio de la nada, quedando en las manos de un grupo de motociclistas que llevarán nuestras cosas y a nosotros en medio de la tierra de nadie, y de ahí al primer pueblo para tomar un bus hacia Ho Chi Mih City. Pero esa es otra historia.

8 comentarios:

  1. Estan buena todo los biajes que hechos.
    Te felisitos, y ten cuidado con las motos donde la dejes, porque te la puede rovar.
    Que raro que le gente ande en piñama, las piñamas son para andar en casa, no para salir.

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  2. grandes fotos, muy bonitas!!

    Un beso!!

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  3. Estas convertido en un hombre de mundo, cuidado con las coshinas jajajajaja!!!!!!

    Saludos.

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  4. Observo, no sin cierta envidia, que tu periplo alrededor del mundo te sigue aportando valiosísimas experiencias.
    Enlazando con el tema que has planteado, espero que el desembarco de la industria china no arruine el carácter de esas gentes del sudeste asiático, que por lo que cuentas es afable y amistoso.
    Saludos

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  5. Debe ser espectacular viajar por todo el mundo... es que las fotos son maravillosas, espero algún día poder viajar como tu y ser libre por el mundo. Muy entretenido leer tu blog, es como una puerta hacia algo tan lejano dentro del estrés de este Santiago y de mis libros de derecho... Saludos, te sigo leyendo!

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  6. Guau, estai en Cambodia, que increible, son parajes tan lejanos que me dan hasta miedo de pensar andar por esos lados, pero muero de envidia como siempre. Oye estai seguro que son pijamas? capaz que se vistan asi, no se digo yo, al menos no usan baby doll jajaja
    Quiero fotos de los arrozales de Vietnam!!

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  7. ¿Será que el calor seca las ropas casi de inmediato que los lugareños se lanzan al agua con lo que tengan puesto? ¿Y se entienden las películas dobladas al khmer? ¿Cómo diablos llega un estonio a ser dueño de un hotel en Sihanoukville?

    (si hago muchas preguntas es por curiosidad...recuerda que nunca he salido al extranjero y tú pasaste al otro lado del Mundo).

    Que la Historia no les importe...bueno, no les culpo después de lo que han vivido sin que nadie hiciera nada por evitarlo; pero con el tiempo, espero, mediante los memoriales y similares tomarán conciencia de que la memoria histórica es necesaria.

    Y que los chinos trasladen sus factorías a países donde les sale más a cuenta todavía...es el círculo vicioso; después de Cambodia habrá otro rincón del Mundo donde sea más rentable la explotación laboral.

    Saludos afectuosos, de corazón.

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  8. Curiosamente estaba buscando información sobre Sihanoukville, donde me encuentro ahora, y al leer, veo que te alojaste en el mismo sitio que yo. Esto es un verdadero paraíso. ¿Me aconsejas alguna playa que esté un poco más alejada? Un saludo, gracias por contar tus experiencias siempre serán útiles...

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