domingo, 20 de diciembre de 2009

Hanoi-Vietnam


La fama que tienen los taxistas del aeropuerto de Hanoi es bien cierta: son unos mafiosos. Con ese miedo llegamos a las 03:00 am y nos subimos a una van con un par de vietnamitas que parecían tan asustados como nosotros. Sin embargo, pudimos llegar a salvo al Old Quarter de la ciudad, al Phoenix Hanoi Hotel, un pequeño hotel que responde a las construcciones típicas que salpican el paisaje del país: un edificio de planta angosta, larga, y con varios pisos hacia arriba, lo que hacía que llegar a la habitación fuese todo un ejercicio.

Imágenes cotidianas en las calles del Old Quarter, Hanoi.

Hanoi es la capital de Vietnam, tiene algo más de 3 millones de habitantes y se encuentra a la orilla del río Rojo, llamado así por el color de sus aguas. El Old Quarter es un distrito bastante "tranquilo" si se compara con el bullicio de HCMC, con bastantes construcciones antiguas, muchas de ellas de corte europeo, repleto de restoranes, cafés, lagunas, tiendas de diseño y ropa. O sea, es un sector "con onda" que no deja de ser vietnamita: la gente hace prácticamente toda su vida en la calle. Así, caminar por sus veredas resulta toda una aventura, haciéndole el quite a las motos y a la gente que desayuna, almuerza o cena en la vía pública, sentados en sillas y mesas bajas. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad vietnamita y se puede observar especialmente en las tardes a familias completas compartiendo deliciosos platos en las veredas, o bien, lavando los platos en cuclillas frente a bandejas plásticas. Un night market cerca de nuestro hotel llena de vida la noche, mientras sentados en las pequeñas sillas en la vereda observamos el increíble (o caótico) tráfico de autos, motos y personas con una "Bia Ha Noi" en la mano, la cerveza local.


Más vistas de la ciudad y tomando una callejera cerveza.

El cansancio me pasó la cuenta y casi me quedo dormido para tomar el tour que nos llevaría a una de las grandes maravillas de este país: Ha Long Bay. Ubicada en la bahía de Tonkin, es Patrimonio de la Humanidad. Y vaya que lo es.

Una inmensa bahía salpicada de cientos de islas rocosas dominan el paisaje. Las islas se alzan hacia el cielo y pareciesen no tener fin . Asombrado las observo mientras nuestro barco, que será nuestra "casa" por un día, surca las aguas que cada diez minutos nos sorprenden con un nuevo espectáculo geológico. Desembarcamos en una de las islas para ingresar al "surprising cave", una enorme cueva repleta de estalactitas y estalagmitas ( y de turistas) donde, según nuestro guía, uno podía ver figuras de dragones y tortugas, lo cual requirió de toda mi imaginación. Luego, a pasear por los alrededores en kayak y observar los rincones de los islotes cercanos. Para finalizar, cumplir con el rito de saltar desde la parte más alta del barco (unos 10 metros) hacia el mar y terminar la noche con algunos karaokes y tragos, donde resaltó la suave voz de una japonesa.

Ha Long Bay y cuevas.

A la mañana siguiente nuestro barco se dirigió hacia la isla de Cát Bà ,un pequeño pueblo con algunas playas que poseen una hermosa vista, pero que están lamentablemente llenas de basura. Alojamos en un hotel cuya comida dejaba algo que desear (ni comparación con la cena del barco, que delicia my god!) y conocimos a un grupo simpatiquísimo: un matrimonio australiano de Sunshine Coast, una holandesa mística de metro noventa y una señora austríaca que era la más cuerda del grupo. Durante la tarde nos llevaron a la llamada "monkey island" (parece que todos los países por acá tienen su "monkey island") que fuera de su pequeña playa, la basura en algunos senderos y los clásicos monos ladrones no tenía mucho que ofrecer.


Ha Long Bay y Monkey Island

Pero todo tiene su final y ya de regreso a Hanoi para conocer al tío Ho. Ah! pero antes, en la mitad del camino de regreso pude observar el mayor "vino de cobra" que he visto. ¿Qué es el vino de cobra? me dirán Uds. Bueno, un licor con supuestas propiedades afrodisíacas y que es consumido por los vietnamitas y vendido en botellitas como souvenir. ¿De qué se trata? fácil, agarras una cobra y la metes a una botella con alcohol, y luego de un tiempo te la tomas. ¿Asqueroso? no po, si ésa es la forma sencilla, no ven que también le pueden poner un lagarto en la boca a la cobra, y un alacrán dando vuelta le da un toque aún más exótico. O mejor, no hacerlo en una botella sino que en un botellón enorme, poner decenas de serpientes, lagartos, alacranes y ....un pájaro!!!!. Bueno, toda esa mezcla es buena para los hombres, según me dijo un vietnamita. Bueno será para algunas cosas, pero para el estomago debe ser una bomba que te la encargo.

El único e irrepetible vino de cobra, acá en su versión más extrema.

Bueno, iba en lo del tío Ho. ¿Saben quién es el tío Ho? (que ando preguntón hoy) Bueno, es un poeta e intelectual, padre de la República Democrática de Vietnam. Su nombre completo es Hô Chí Minh y fue el lider de Vietnam del Norte durante la guerra contra Vietnam del Sur y los norteamericanos, guerra que terminó con la derrota del régimen apoyado por los gringos, 5 millones de muertos y la unificación del país bajo un gobierno comunista. A su muerte, en 1969, quiso ser cremado pero finalmente su cuerpo fue embalsamado y depositado en un enorme mausoleo. Y vaya que es enorme, la cola para entrar es larga y los estudiantes vietnamitas son tan pelusones como cualquier niño. El interior del mausoleo es frío, y el tío Ho está ahí, de color amarillo, impertérrito, flanqueado por cuatro guardias que ni siquiera pestañean. Solo unos segundos dura la visión, la fila avanza y avanza y más personas rinden su culto al padre de la nación. Su culto se observa en los billetes, donde su rostro me mira, en los cuadros y pancartas colgadas en diferenes puntos, y en el cambio del nombre de la ciudad de Saigón por Ho Chi Minh City. La entrada al mausoleo cuesta 15.000 dongs, más 500 por dejar tus pertenencias a salvo y otros 15.000 dongs por dar una vuelta por los jardines y palacios circundantes a la plaza Ba Dinh. A la salida nos volvemos a encontrar con nuestro amigo aussie de Ha Long Bay quien, como siempre, sonríe y lanza chistes.

Mausoleo de Ho Chi Minh y niños pelusones. No se puede sacar fotos al interior del mausoleo y menos al cuerpo embalsamado del tío Ho, so pena de pudrirse en una cárcel vietnamita.

Y dejamos Vietnam. Un pequeño avión azul y blanco con hélices nos espera para llevarnos a uno de los destinos más hermosos del viaje: Luangprabang.

7 comentarios:

  1. China es el pais mas abansado, Pero China todo bia es una dictadura, pero poco a poco seva dessaparesiendo, la dictadura.

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  2. Espectacular Vietnam. De un tiempo a acá se ha convertido en destino turístico de primera magnitud, y a juzgar por lo que cuentas y las fotos que publicas, no se podría esperar otra cosa.
    Muy interesantes estos dos últimos posts. Muy ilustrativos de lo que son ese pueblo y su cultura. Eso sí, en lo que respecta al vino de cobra, preferiré seguir en la ignorancia.
    ;-)

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  3. Alvaro
    agradezco tanto que aunque ya regresaste te des la pega de entretenernos a todos con este recorrido espectacular. Se me hacen cortisimas tus entradas y estas ultimas fotos me encantaron. Todo me queda clarisimo, solo una duda, de verdad saltaste en piquero los 10 metros?(chanfle!)

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  4. Hola Álvaro !!!

    Que lindo que sigas con tus relatos viajeros. Me encantan, como con tus palabras nos invitas a acompañarte por esos exóticos destinos que tuviste la fortuna de conocer. Y las fotos !!! Son todas impresionantes, pero las de Ha Long Bay se pasaron, son francamente de ensueño, debe ser alucinante estar ahí. Me imaginé adentro de la Surprising Cave, de seguro hubiera visto miles de imágenes compuestas por las estalactitas.
    Oye que risa el vino de cobra, como no van a tener una ayudita más digna esos pobres hombres. Jajajaj, que asco y que valientes. Pero es como una medida muy desesperada, ¿o no?
    Otra cosa, cuando empezaste a hablar del tío Ho, tan coloquialmente, pensé que te referías a un familiar de una amiga o compañera de viaje, jajajaja, que risa cuando caché que era Hô Chí Minh. Cuando yo era chica, mi papá (en ese entonces muy comunista adoctrinado y a la antigua) nos hacía cantar canciones donde se nombraba a tu tío Ho, me dio gracia acordarme de eso.
    Oye y de taxistas mafiosos está lleno el mundo !!! Me acuerdo ahora de uno en Sevilla que casi terminamos a los golpes, que rabia !!! Claro que los taxistas de Hanoi, suenan mucho más espeluznantes.


    Pasando a otro tema, referente a lo de ganas de no hacer, no pensar en nada, es natural, es un momento súper necesario, yo también lo he vivido y te entiendo perfectamente. Además vienes de vivir tantas cosas tan intensas, de ese viaje maravilloso, tienes mucho que procesar aún.
    Un abrazo grande !

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  5. Querido Alvarito: Eres tan afortunado de poder conocer estos lugares y yo me siento también muy afortunada de poder leerte y disfrutar de las magníficas fotos y tus historias. Sólo puedo decirte que estoy feliz de leerte nuevamente y que te deseo un año nuevo lleno de todas las cosas buenas posibles. Un gran gran abrazo

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  6. Alvarito que manera de disfrutar tus fotos e historias, fuiste un gran afortunado de poder haber recorrido esos maravillosos lugares y tan diferentes a nuestra cultura occidental. El vino mejor paso.
    Te deseo un 2010 lleno de emociones y buenos augurios para tí y tu familia.
    Con cariño Claudia.

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  7. Me estanqué siguiendo tu viaje en Ho Chi Minh City...pero ahora voy de nuevo tras tus pasos.

    Las primeras preguntas...¿por qué el color del Río Rojo? (asumo que no es por sangre). ¿Y qué tal la cerveza local? ¿Qué se canta en los karaokes locales...algo de Depeche Mode?

    Nada que decir del Tío Ho...al menos, su mausoleo no ha pasado al olvido como el de Lenin. Y al final, el viaje de salida por vía aérea...¿qué tal?

    Saludos afectuosos, de corazón.

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